Definitivamente esta no está siendo una temporada fácil para los azulgranas, quienes no fueron capaces de salir airosos del Bernabéu. Tras una primera parte donde los de Setíen tuvieron las ocasiones más claras, los blancos se llevaban el gato al agua con los tantos de Vinicius y Mariano.
Setién apostaba por Jordi Alba y Arturo Vidal para el once inicial. Los primeros cuarenta y cinco minutos tuvieron un mayor protagonismo de los culés, quienes se veían cómodos en el partido, moviendo la pelota, con triangulaciones largas y presionando la salida del Madrid. Gerard Piqué y Semedo evitaban las envestidas de lo de Zidane, que no terminaban de dominar el partido.
Serían precisamente esas ocasiones perdidas las que condicionarían el partido, pues el Barça lamentaría no haberlas aprovechado. La primera de ellas, de Griezmann. Jordi Alba se marcó su jugada clásica con Messi, diagonal al punto de penalti, donde el francés no pudo definir con acierto. Tras esta ocasión, el Barça continuaba su andadura y llegaría así la ocasión más clara para los blaugranas tras una carrera de Arthur Melo que le gana la posición a Kroos, llegando a plantarse delante del guardameta belga, quien desvió el disparo del brasileño.
El Madrid estaba pasando sus peores minutos y los culés lo notaban. Courtois estaba salvando a los suyos y lo haría una vez más antes del descanso, esta vez, evitando el gol de Leo Messi en un mano a mano con el argentino, tras un pase fenomenal de Sergio Busquets.
Así terminaba la primera mitad, con el marcador a cero y con ocasiones para ambos, en un partido donde Mateu Lahoz volvió a manifestar sus aires de protagonismo, amonestando a Vinicius, Jordi Alba y Carvajal en los primeros minutos del encuentro.
En la segunda mitad, comenzaría el calvario para los de Setién. Los primeros minutos fueron de protagonismo azulgrana sin lugar a duda, pero una ocasión del Madrid bastaría para incentivarlos y meterlos en el partido, mientras que el Barça comenzaría a desdibujarse, y cuando esto ocurre, tiene que aparecer el salvador. Con una mano providencial, Ter Stegen salvaba a los suyos tras un maravilloso disparo con rosca de Isco, quien protagonizaría otra jugada clave para el Madrid, con un cabezazo que Piqué tuvo que sacar bajo palos.
Los locales se asentaban en el partido y Setién comenzaba a ver la desesperación en la cara de sus jugadores, por lo que decidió retirar del terreno de juego a Arturo Vidal y meter a Braithwaite, quien tendría una de las pocas ocasiones para los culés en la segunda parte, desbordando el juego por la banda derecha.
Tras este intento de reacción, llegaría el primer gol del Madrid, en un gravísimo error defensivo por parte de los culés. Vinicius conseguía ganarle la espalda a Semedo tras una asistencia de Kroos. Braithwaite no llegaba a la ayuda defensiva y el brasileño colaba la pelota en la portería de Ter Stegen tras un toque de Gerard Piqué. Una vez más, el Madrid aprovechaba sus ocasiones y el Barça… agachaba la cabeza.
Los minutos restantes de partido serían más de lo mismo. El Barcelona no finalizaba y los cambios tampoco dinamizaban el encuentro, tanto es así que sería Mariano quien anotaría el segundo de los blancos en los últimos compases del partido.
En un partido para el olvido, Leo Messi fue la gran ausencia. No terminó de encontrarse, y las ocasiones que tuvo no pudo materializarlas con éxito. En la segunda parte, recibió para irse solo y encarar a Courtois, pero, aunque parezca insólito, no fue capaz de controlar el esférico y Marcelo le arrebató la pelota, celebrando efusivamente la hazaña.
El árbitro señalaba (por fin) el final del partido, tras el cual el Madrid recupera el liderato del campeonato liguero, pero con tan solo un punto de ventaja. El Barça, deberá afrontar la vuelta de Champions frente al Nápoles y, quién sabe, quizás este resultado haga saltar las alarmas en Can Barça y se tomen las medidas que se habrían tenido que tomar desde hace meses.