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Dembélé continua siendo el ojito derecho de Xavi

No es un secreto que Dembélé es un jugador de vital importancia para Xavi. El extremo ha contado siempre con el apoyo del técnico de Terrassa, incluso cuando parecía estar más fuera que dentro del club. Las palabras de elogio hacia el galo no han faltado nunca en el vocabulario de Xavi. Además, siempre se ha mostrado reacio a desprenderse de un jugador irregular, pero desequilibrante.

El rendimiento del atacante no ha sido el esperado desde su llegada a Can Barça. La parroquia azulgrana exige más a un jugador por el que se pagaron 105 millones de euros fijos. La relación entre el jugador y el club parecía romperse definitivamente cuando el francés seguía sin renovar a principios de año, siendo un jugador libre para negociar con cualquier otro equipo. Incluso desde la directiva se presionaba para que no volviese a jugar hasta que renovase, algo que finalmente sucedió este verano.

Sin embargo, la figura de Xavi iba a emerger como uno de los principales defensores de Dembélé en esa delicada situación. El míster azulgrana siguió utilizando al extremo galo en sus onces hasta final de temporada, antes de firmar un nuevo contrato hasta 2024. Quedaba claro que Xavi no iba a dejarse influenciar por nadie y que Dembélé continuaba siendo su ojito derecho.

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Raphinha y Dembélé celebrando un gol. Fuente: Sport

Las tornas no han cambiado en este primer tramo de temporada. Dembélé sigue siendo prioritario para Xavi pese a tener un nuevo competidor en la figura de Raphinha. El entrenador barcelonista ha seguido apostando por la titularidad del francés pese a cuajar partidos malos en los que ha pasado desapercibido. Aunque también merece la pena destacar que el rendimiento de Raphinha no está siendo el esperado tras ilusionar en pretemporada.

Todo apunta a que el brasileño sería actualmente el peón sacrificado a la hora de realizar una importante venta con la que aliviar las maltrechas arcas del club. En cambio, hace bien poco el jugador en la rampa de salida para ese acometido era el propio Dembélé, pero la protección de Xavi lo ha colocado en una situación de intransferibilidad de facto. Todo ello sabiendo que una buena parte de la afición se ha hartado de esperar al francés y opta abiertamente por abrirle las puertas.