El Barça resucita a tiempo en la despedida de Mirotic del Palau (86 – 85)
El Barça se llevó el segundo Clásico de la final en el último suspiro, liderados por un impecable Nikola Mirotic, que cumplió con éxito la que probablemente haya sido su última gran misión como azulgrana en el Palau. El partido inició de acuerdo con el guion del encuentro anterior; igualdad máxima entre ambos equipos. Vesely empezó con un 2 de 2 en tiros de media distancia, pero Laprovittola, factor diferencial en el partido anterior, enchufó los dos primeros triples que lanzó para poner al Barça por delante en el marcador.
El Palau no iba a dejar pasar ni una tras el arbitraje del viernes y, los árbitros, mucho más rigurosos esta vez, cargaron rápidamente al Madrid, que acabó entrando en bonus y tuvo que sentar a Tavares y Yabusele. A priori, el conjunto blanco perdía el control de la zona sin sus dos jugadores más físicos sobre el parqué. Sin embargo, la irrupción de Poirier desde el banquillo (11 puntos y 16 de valoración) hizo que el Barça solo pudiera irse con un punto de ventaja al final del primer cuarto (20 – 19).
En el segundo cuarto, el Madrid, consciente del daño que causó la ausencia de Tavares en el primer partido, salió a pista mucho más agresivo. La muñeca de Hezonja (18 puntos y 21 de valoración) y la potencia física de Poirier pusieron al conjunto blanco cinco puntos por encima, la mayor ventaja hasta al momento.
Sin embargo, los hombres de Saras lograron mantenerse en la pelea gracias el acierto de Mirotic, Jokubaitis (10 puntos) y un colosal Vesely que, en menos de un minuto, colgó un bonito póster sobre Poirier y clavó un triple lejano sobre la bocina para mandar al Barça al descanso cuatro puntos por encima del Madrid (45 – 41). 15 puntos, 3 asistencias y 17 de valoración; primera parte monumental del pívot checo.
La racha continuó tras el descanso de la mano de Nikola Mirotic (25 puntos, 5 rebotes y 31 de valoración), quién muy probablemente había disfrutado de su último baile en el Palau. El templo azulgrana se convirtió de nuevo en una olla a presión para sacar al Madrid del partido. Un triplazo de Jokubaitis puso el 57 – 48 en el marcador, la mayor ventaja del partido, lo que obligó a Chus Mateo a pedir tiempo muerto. Como era de esperar, el conjunto blanco volvió recortar distancias, pero el Barça consiguió marcharse al último cuarto con tres puntos de ventaja (68 – 65).
Si el último cuarto del partido anterior no fue apto para cardíacos, este quedó totalmente descatalogado. Nada más empezar, el Barça vio como le pitaban tres faltas en contra en menos de un minuto. Rápidamente, la tensión y las imprecisiones se apoderaron de los hombres de Saras; malas selecciones de tiro, pérdidas de balón y desajustes defensivos en la zona. Un cúmulo de despropósitos que la vieja guardia del Madrid, comandada por Sergio Llull (15 puntos, 3/4 en triples) y ‘El Chacho’ Rodríguez (7 puntos), no perdonaron y tomaron el control del partido con un parcial de 1 – 12.
Sin embargo, un triple y una recuperación de Mirotic que finalizó Laprovittola resucitaron a un Barça que no estaba muerto, sino que solo estaba de parranda. El último minuto de partido fue una auténtica locura. Una mandarina de Llull parecía sentenciar el partido, pero Sanli respondió inmediatamente desde la esquina. Una falta sobre Tavares lo envió a la línea de tiros libres, pero la presión del Palau fue demasiado para el pívot caboverdiano, que erró sus dos lanzamientos.
En la lucha por el rebote, Mario Hezonja cometió su cuarta falta sobre Nikola Mirotic. El capitán del barco azulgrana anotó sus dos tiros libres y puso al Barça por delante, pero en la siguiente jugada, Vesely cometió una infracción sobre Llull que provocó un sismo en el Palau. Sin embargo, el terremoto en la grada no fue lo suficientemente potente como para que el base mallorquín se derrumbara ante la presión y le devolvió momentáneamente la ventaja al Madrid.
El punto de inflexión del partido con la expulsión de Tavares, que cometió su quinta falta a seis segundos del final. Laprovittola no falló desde la línea y el Barça recuperaba el control del partido. En la última jugada del partido, un Llull muy bien defendido se quedó lejos del aro y no pudo obrar otro milagro blanco, lo que provocó un estallido de emoción por parte de un Palau que, al acabar el partido, se entregó en cuerpo y alma a un Nikola Mirotic devastado emocionalmente, consciente de que muy probablemente había jugado su último partido como azulgrana en el Palau.
En zona mixta, Jokubaitis, que volvió a ser clave con su aportación desde el banquillo, sacó pecho al reconocer que “aunque todas las apuestas estaban en contra de ellos”, han conseguido poner el 2 a 0 y viajan a Madrid con la misma mentalidad que les ha llevado a ganar los dos primeros partidos de la serie. En rueda de prensa, Saras habló ante nuestros micrófonos de la importancia de la mejora en el juego interior, destacando las últimas actuaciones de Sanli y Vesely. El tercer partido de la serie se jugará este próximo martes 20 a las 21:00 en el WiZink Center.