Con la llegada de Pedri González al Barcelona a sus diecisiete años el debate estaba servido: ¿debía tener una oportunidad en el primer equipo o salir cedido? Con los jugadores promesas tan jóvenes se suele optar directamente por una cesión para que crezcan en un equipo donde tengan minutos. Pero, ¿por qué no pueden crecer en el primer equipo donde están destinados a jugar?

El tinerfeño ya demostró en Las Palmas que estaba capacitado para asumir cualquier rol en el Barça, solo necesitaba que el entrenador le diera confianza porque la calidad y el trabajo están asegurados por su parte. En lo que va de temporada, los mejores minutos del Barça han sido con el canario en el campo. Ahora, con la vuelta de Coutinho y la desafortunada lesión de Ansu Fati, se presenta un panorama diferente y complicado para Koeman.

Pedri disputando su primer clásico. Fuente: Getty Images

Philippe Coutinho y Pedri González comparten perfiles muy parecidos. La posición ideal para ambos es la mediapunta, pero está ocupada por Messi. Uno de los dos está destinado a ocupar la banda izquierda en el once titular. Tanto Coutinho como Pedri pueden hacerlo, aunque ahí no rindan tan bien como de media puntas. Donde parece que Pedri no se encuentra cómodo es en la banda derecha, tal y como demostró en El Clásico: sin recorrido, sin profundidad y cohibido en la creación del juego.

Sin embargo, en el duelo europeo frente a la Juventus vimos el mejor partido de Pedri hasta ahora como blaugrana partiendo de la banda izquierda. Con Jordi Alba dándole profundidad al flanco izquierdo y Dembélé en la banda contraria como extremo puro, Pedri aporta las habilidades de un falso extremo capaz de encontrar huecos a la espalda de la defensa y entre líneas. Además, genera superioridad en la frontal del área y en la creación del juego.

Pedri ayudando en defensa a Jordi Alba. Fuente: Getty Images

Ante el Alavés, Koeman apostó por retrasar a De Jong como central y puso a Pedri en el doble pivote. El canario, con Pjanic al lado distribuyendo el juego, aportó dinamismo, profundidad y magia en la frontal del área. Revolucionó el partido con su presencia en tres cuartos del campo rival. Con la lesión de Busquets, es posible, aunque menos probable, que veamos a Pedri en el doble pivote porque en defensa también puede aportar rapidez en los repliegues y solidaridad en las ayudas.

El canario es polivalente y eso le abre las puertas del primer equipo aún más. Coutinho tendrá que mejorar y estar a un gran nivel si quiere estar en el once por delante del tinerfeño que, a día de hoy, es imprescindible para el once blaugrana.

Pedri celebrando su primer gol en Champions con Messi. Fuente: Getty Images

A sus diecisiete años, ya ha marcado en La Liga y en Champions, ha mostrado sintonía con todos sus compañeros, especialmente con Messi, y se ha ganado la confianza de Koeman a base de trabajo y esfuerzo. Si con la vuelta de Coutinho, y a pesar de la lesión de Ansu Fati, Koeman le dejase en el banquillo, estaría siendo injusto con el canario.

Desde que llegó a Barcelona, ha dejado claro sobre el campo que es un jugador diferente, que solo contempla el camino del trabajo duro y que quiere triunfar en el Barcelona como su ídolo Andrés Iniesta. Pero, las comparaciones nunca son buenas. Aunque es cierto que Pedri recuerda mucho al de Fuentealbilla, no sería bueno para él llevar la carga de parecérsele en el campo o tener que hacer lo que hizo Iniesta porque no sería un buen contexto en el que crecer y porque Iniesta es irrepetible en la historia del Barcelona.

Pedri haciendo de las suyas en el campo. Fuente: Getty Images

Pedri tiene todo a su favor para triunfar en el Camp Nou y debe emprender su propio camino hacia la historia del club con la mejor aptitud que ha demostrado hasta ahora: la humildad.

Koeman abrió la puerta de las cesiones y el canario decidió aceptar el reto y esforzarse aún más para evidenciar que podía estar en el primer equipo sin pasar desapercibido. Pedri González llegó como joven promesa para el futuro del club, pero ya es una realidad del presente blaugrana.