Desde el pitido inicial, el Barcelona ha controlado el juego ante un rival que ha presionado la salida de balón a la altura del portero, obligando, en numerosas ocasiones, a dar un pelotazo a Neto. En otras, Lenglet, con varios recortes en la frontal de su área, se ha abierto espacio para dar pases en profundidad hacia delante superando la línea de presión del Celta o para encontrar menos agobiados a De Jong y Busquets.

El Barcelona ha dominado el partido desde el principio, pero, sobre todo, ha ido a por él a base de persistencia. Así, en el minuto diez, un pase hacia Messi fue rechazado por la defensa del Celta y recogido por Coutinho que, de primeras, le dio el balón a Ansu Fati para que la joya de La Masía hiciera un control orientado mágico y, con el exterior, mandase el balón a la red inaugurando así el marcador.

Ansu Fati abriendo el marcador en Balaídos. | Fuente: Libero

Aunque el Celta ha intentado asomar con alguna que otra jugada individual, la solidez defensiva culé ha sido bastante notable. El centro del campo del Barça, respaldado por un doble pivote bastante dinámico y comandado por un Coutinho que recibía de espaldas y giraba de maravilla para iniciar las ofensivas, encontraba con mucha facilidad entre líneas a Messi y a Ansu Fati por la izquierda con Jordi Alba doblando y amenazando constantemente la defensa celtiña.

Coutinho vs Celta. Fuente: Getty Images

El partido estaba muy de cara para el conjunto culé hasta que, en el minuto 42 de la primera parte, el árbitro decidió expulsar a Lenglet por doble amarilla después de un dudoso codazo a Denis Suárez. El francés se perderá el partido ante el Sevilla. 

El conjunto de Koeman ha tenido que afrontar el tramo final de la primera parte y toda la segunda con un jugador menos. Sin embargo, todo el equipo se ha puesto el mono de trabajo y, desde el arranque de la segunda parte, ha demostrado que quería los tres puntos corriendo, siendo solidarios en las ayudas y sólidos en defensa.

Pero, no han salido a protegerse porque el Barça defiende con la pelota y ha aprovechado para atacar con un Messi comprometido y atrevido, como de costumbre, en ataque. En el minuto 51, el capitán culé hizo de las suyas y se adentró en la defensa para colocar un centro que, tras rechace del central del Celta, acabó en el segundo tanto del Barça. Los cambios de Koeman, Pedri y Trincao, refrescaron al equipo. 

Messi marcando el 0-2. Fuente: Marca

Poco a poco, el Celta se fue acercando más, impulsados por la necesidad de marcar para meterse en el partido, aunque esto también provocaba que hubiese más espacios a la espalda. El Barcelona se encargó de coger el balón y defender a su manera para sufrir lo menos posible, permitiéndose alguna que otra contra y escapada de un Leo Messi que arrimó el hombro en la presión y el repliegue, pero se desató en ataque aprovechando los huecos de la defensa local.

A falta de un minuto para el final, el Barça hilvanó una jugada que Messi condujo a la portería, tras superar al central del Celta con un caño, y tras un par de rebotes, Sergi Roberto convirtió el tercer tanto para el conjunto culé.

Sergi Roberto celebrando su gol. Fuente: Getty Images

El Celta venía invicto, después de una victoria y dos empates, pero hoy se ha encontrado un Barcelona muy diferente al de temporadas anteriores. El Barça de hoy ha demostrado querer los tres puntos y ha peleado de manera conjunta, en bloque, como equipo trabajado, para acabar con la racha de cinco años sin ganar en Balaídos y ha dejado muy buenas sensaciones.

A pesar de la destacada actuación de Countinho, Ansu Fati o Leo Messi, el Barcelona hoy ha conseguido una victoria de equipo. Los blaugranas ya saben cuál es el camino a seguir para aspirar a todo.