La temporada actual del FC Barcelona es un constante examen para los jugadores. Apenas tres días después de la eliminación en Champions League y la respectiva caída a la Europa League, los pupilos de Xavi Hernández se han enfrentado al CA Osasuna en el partido correspondiente a la jornada 17 de LaLiga Santander. El Sadar presentaba sus mejores galas para recibir el encuentro que empezaba puntualmente a las 16:15h. Los ingredientes estaban servidos.

El partido ha empezado bastante parejo, con un Osasuna muy valiente que ha planteado un inicio de encuentro intenso con marcas individuales a los jugadores culés. Como consecuencia de ello, se ha visto un FC Barcelona poco preciso con el balón y sin casi continuidad con el esférico. Sin embargo, en estos malos minutos culés, una llegada en segunda línea precedida de una enorme asistencia de Gavi ha significado el primer gol del partido, obra de Nico en el minuto 12’.

La felicidad entre los blaugrana parecía volver, pero no por mucho tiempo. Tan solo un minuto y medio ha durado, ya que en el minuto 14’ el Osasuna ha empatado el encuentro tras una falta lateral en la que ha habido una grave falta de concentración en la marca de los blaugrana. Con el empate ya en el marcador, el Barça ha sufrido un bajón notable, del que se ha ido recuperando con los minutos, aunque sin mostrar un dominio evidente en el partido. Más allá de eso, la primera mitad ha sido muy equilibrada y en la que los culés han evidenciado una vez más la falta de ideas en ataque y con el balón, así como varios despistes en defensa.

En la segunda mitad el Barcelona ha vuelto a mostrar varias dificultades para encontrar el primer pase y las superioridades numéricas en el centro del campo, con una imagen muy mala. Sin embargo y de igual manera que en la primera mitad ocurriese, los visitantes han vuelto a encontrar el gol en sus malos minutos. Con el momentáneo 1-2 en el marcador, y a diferencia de lo sucedido en la primera mitad, los blaugrana han calmado el juego, dando continuidad al resultado, aunque sin terminar de cerrar el partido.

En este sentido, el partido ha seguido abierto y especialmente a partir del minuto 70’, el Osasuna ha aumentado muchísimo la presión. Ante esto, el Barça de manera inexplicable poco a poco se ha ido encerrando con una gravísima falta de personalidad para tener el balón y defenderse con el esférico, lo que ha terminado provocando que el Osasuna empatara en el 86’, dejando una imagen realmente mala, una vez más esta temporada y con un gran problema, ya que cada paso que das atrás, es un pase que pierdes. El Barça se sigue hundiendo sin que nadie lo pare.