Hay una fina línea entre la liberación y satisfacción que divergía Xavi Hernández al acabar el encuentro de Champions ante el Porto. Declaró el técnico egarense que no estaba preso de nada como para sentirse liberado con la victoria, pero el Barcelona lo ha estado durante las últimas temporadas. Esclavo de su pasado, y sumergido en un glorioso recuerdo, por ahora inalcanzable, que llevó a los azulgrana a reinar Europa.

Tres temporadas después, el pase a octavos es una bendición. Atrás quedan dos años seguidos en el barro de Europa League. Por lo que la siguiente ronda se recibe con entusiasmo y alivio. Hablaba Xavi de la exigencia en cada encuentro y que se apacigua con “vales de tranquilidad” hasta el siguiente partido.

Xavi Hernández dando indicaciones en un partido || Fotos de David Ramos/Getty Images

FC Barcelona, el club más difícil

Cuántas veces habremos escuchado que el Barça es el club más exigente del mundo. Pues bien, Alejandro Zambra, como con otras muchas cosas, también tiene una reflexión aplicable a este caso: “Exigimos que nuestro equipo gane, guste y golee todas las semanas, de manera que incluso una victoria estrecha tras un mal partido puede provocarnos alguna dosis de tristeza futbolística. Ese triunfalismo es desagradable: somos como esos padres que en vez de felicitar y animar a sus hijos por haber obtenido buena nota les dicen que únicamente han cumplido con su deber”.

A Xavi le han dado una palmadita en la espalda tras haber encontrado la posición de Cancelo y la reacción inmediata de un equipo que, de no ser así, otro gallo hubiera cantado. Tiró de casta un Iñaki Peña que estaba bajo el foco mediático de quien suple al portero que mejor juega con los pies del mundo. Y volvió Joao Félix a reivindicarse tras una racha de sequía goleadora. Por su parte, Iñigo Martínez, capitán sin brazalete, se ha erigido como el central experimentado y hermano mayor que es de jugadores como el lesionado Gavi.

Joao Félix y Cancelo celebran un gol || Fotos de Eric Alonso/Getty Images

Si bien el técnico azulgrana deja entrever algunas de sus prioridades, cuesta todavía ver un ‘once tipo’ al 100% definido, teniendo en cuenta lo poco que le gusta hablar de titulares fijos. El calendario aprieta y no cede, por lo que deberá seguir ajustando mecanismos para definir con más precisión a sus elegidos. Tiene una papeleta complicada de ahora en adelante con Atlético de Madrid y Girona, pero por el momento que se entone un poco más el carpe diem en Can Barça, que hay quienes se precipitan antes de ni siquiera haber dado el siguiente paso.