Victoria azulgrana como una catedral en el derbi catalán (115 – 78)
Después de la épica victoria el pasado jueves en el Menora Mivtachim Arena ante el Maccabi Tel Aviv, el Barça volvía al Palau nueve días después para enfrentarse al Bàsquet Girona en uno de los derbis más interesantes de los últimos tiempos. Tras diez jornadas, los azulgranas -quintos- contaban con una victoria más que los rojiblancos -séptimos, empatados a victorias con Manresa y Gran Canaria-. Ni siquiera Marc Gasol, presidente del Girona, quiso perderse la cita.
Roger Grimau siguió sin poder contar con Jan Vesely ni Rokas Jokubaitis, piedras angulares en su esquema. Sin embargo, en Israel quedó demostrado que la plantilla no solo es larga, sino que también está capacitada para soportar las bajas gracias a su enorme calidad, siempre y cuando consigan mantener la regularidad. El quinteto titular lo conformaron Laprovittola, Satoransky, Kalinic, Da Silva y Willy Hernangómez.
El ritmo inicial del derbi fue frenético; tras un constante intercambio de golpes entre ambos conjuntos, la superioridad de Willy bajo los tableros no tardó en imponerse. El pívot madrileño estuvo muy activo durante los primeros minutos del primer cuarto y consiguió 7 puntos, 3 rebotes, 2 robos y 1 tapón en los siete minutos que estuvo en pista.
Sin embargo, la facilidad con la que movía el balón el conjunto rojiblanco en ataque no acababa de convencer a Grimau, que paró el partido cuando vio que se podían acercar en el marcador tras dos triples consecutivos. La gran aportación de Oriol Paulí (12 puntos, 7 asistencias y 18 de valoración) y el factor diferencial de Jabari Parker desde el banquillo consolidaron el +12 a favor de los azulgranas al final del primer cuarto (26 – 14).
En ausencia de Laprovittola, Darío Brizuela demostró por qué merecía vestir de azulgrana. ‘La Mamba Vasca’ volvió a morder y se convirtió en el general del parqué que necesitaba el equipo para evitar que el Girona recortara distancias. El base de San Sebastián se mostró intratable en el segundo cuarto con siete puntos, una asistencia y un gran criterio a la hora de distribuir el balón. Roger Grimau volvió a utilizar los comodines de Willy y Paulí para mantener la ventaja. Sin embargo, tuvo que volver a pedir tiempo muerto antes del descanso tras conceder demasiasdo desde el perímetro. El derbi se fue al descanso con un marcador de 51 a 37 favorable al Barça.
Tras el descanso, los azulgranas pusieron la directa hacia la victoria y doblaron su ventaja en menos de cinco minutos. Willy machacó -literalmente- a los rojiblancos y compartió la custodia del rebote junto a un también poderoso Oscar Da Silva (10 puntos, 7 rebotes y 18 de valoración). Minutos de calidad de Álex Abrines, que salió enchufado desde el banquillo en el tercer cuarto con un estelar 4/4 en triples para entrar directo al podio de los máximos triplistas de la historia de la competición con 408 triples. El +29 en el marcador se consumó al término del tercer cuarto con un claro 86 a 57 pintado de color azulgrana.
Los azulgranas salieron a divertirse en el último cuarto. Willy cerró su mejor actuación individual de la temporada con un sólido doble-doble (20 puntos, 10 rebotes y 36 de valoración), Darío Brizuela seguía con su homenaje personal a lo ‘Black Mamba’ (20 puntos, 6 asistencias y 27 de valoración), Jabari Parker siguió demostrando por qué merece más protagonismo (14 puntos y 17 de valoración) y Joel Parra no quiso perderse la fiesta azulgrana con dos triples y cuatro rebotes.
Como recompensa por el gran trabajo colectivo durante todo el partido, Roger Grimau recompensó al joven base lituano Kasparas Jakucionis haciéndole debutar en el último acto del partido. ‘Baby Rokas’ no desaprovechó la oportunidad y en la última posesión azulgrana anotó un triple a tablero para conseguir el +37 final en el marcador y que todos los jugadores de la rotación participaran en el derbi en cuanto a anotación. (115 – 78)
Los azulgranas logran la tercera marca de valoración global más grande de su historia con un total de 163 puntos, escalan a la cuarta plaza en la clasificación y descansarán hasta el próximo viernes, cuando recibirán al Lyon-Villeurbanne en el Palau en la decimonovena jornada de Euroliga.