El Barça B calca la épica
En el deporte de élite siempre conviene mirar al plazo más corto posible. Del “partido a partido” del Cholo se extraen valiosas lecciones, y en el caso del Barça B de Barjuan incluso aplicaría el “parte a parte”. La segunda mitad en Palamós dejó grandes sensaciones al filial blaugrana, y precisamente eso intentaba Barjuan evocar con su once en el mini-clásico.
Mika Mármol y Kays Ruiz rompieron el partido ante la UE Costa Brava, y ambos partían como titulares en el duelo de filiales, con la sorpresa de la ausencia de Arnau Comas, reemplazado por Ramos Mingo. Arriba, una delantera que se podría haber visto perfectamente en el primer equipo con Ilias, Jutglà y Abde. La presión blanca marcó el inicio del partido, defendiendo al hombre y, por consiguiente, cerrando con tres, aunque el Barça decidió no presionar en área rival y juntar al equipo en la medular, con la defensa lejos de la portería de Tenas.
La intensidad, dueña del partido
Con apenas 5 minutos de juego, una acción en banda izquierda terminaba con Alex Balde dolido tras una entrada de Sergio Santos. Pocos minutos después, el propio lateral echaba el balón fuera con rabia tras darse cuenta de que no podía continuar. Arnau Comas, gran damnificado del once titular, entraba rápidamente a ocupar el central diestro, empujando a Mingo al perfil izquierdo y a Mika al lateral.
Tras unos primeros minutos intensos pero sin ocasiones claras, el Barça empezó a echar en falta velocidad en la circulación para encontrar buenas situaciones. El Madrid, por su parte, fue más paciente hasta encontrar abiertos a Marvin y Peter, sus extremos y jugadores más peligrosos. Precisamente pasado el minuto 20, y tras un centro de Peter desde la izquierda, le caía el rechace a Juan Miguel Latasa, que sin pensarlo la puso en la escuadra, lejos del alcance de Tenas. Sin haber generado ocasiones claras, una vez más, el Barça B se veía por detrás en el marcador.
Fruto de la misma intensidad que había causado la lesión de Alex Balde, Rafa Marín se resintió tras un choque que, algunos minutos después, lo obligó a salir del terreno de juego para dejar su sitio a Álvaro Carrillo. El partido se manejaba entre piques verbales, pequeños empujones y acciones fruto de la tensión competitiva, incluso llevó al colegiado a expulsar a un miembro del equipo técnico de Sergi Barjuan.
Al filo del descanso el Barça B empezaba a volcar el terreno de juego hacia la portería de Fuidias, mientras que el Castilla empezaba a ceder protagonismo para centrar sus acciones de peligro en las transiciones lideradas por Sergio Arribas. Sin embargo, el dominio no se tradujo en ocasiones y al descanso seguía el 0-1 en el luminoso.
Un equipo de hábitos… Negativos
Para no perder la costumbre, el ímpetu al salir del vestuario fue inmediatamente aniquilado por el rival una vez más. Apenas con tres minutos contando de la segunda mitad, Dotor la ponía desde, de nuevo, el sector izquierdo, y esta vez Latasa conectaba el cabezazo en el segundo palo para hundir a un Barça B que no podía permitirse venirse abajo. Entretanto, Fabio Blanco empezaba el calentamiento del que podía ser su debut.
A partir del segundo tanto visitante, el equipo cortocircuitó presa de la frustración y las recriminaciones empezaron a ser habituales. Intentó cambiar la dinámica Barjuan dando entrada a Jandro Orellana, además de hacer debutar a Fabio Blanco a falta de media hora para el final. Los cambios supusieron que el equipo defendiera con tres atrás, incluyendo a Álvaro Sanz, que volvió a la que fue su posición la temporada pasada: el lateral derecho.
Déja vu final
El equipo, en la previa, quería intentar emular las sensaciones de la segunda mitad ante el Costa Brava y Matheus, a falta de 25 minutos y en vista de que el equipo no reaccionaba, decidió calcar el mismo gol que hizo en el último encuentro en el Johan Cruyff ante UCAM Murcia. La recogió en la frontal del área y la enroscó con la zurda a la escuadra de Toni Fuidias. El Barça B recortaba distancias en el marcador y volvía a ponerse a tiro de puntuar tras ir dos tantos abajo, es decir, en la misma situación que en la jornada anterior.
La tuvo Ferran Jutglà franca en el minuto 82 tras un rechace, pero el balón fue al centro del arco rival. El Real Madrid, apurado por el empuje blaugrana, intentó ralentizar el juego e intentar que se generara el menor fútbol posible, pero el resultado fue perder un jugador después de que Pablo Ramón, amonestado, tumbara a Ilias en la frontal del área. Quedaban cinco minutos más el añadido y el Barça se encontraba en superioridad numérica.
El tiempo reglamentario terminó con el cuerpo médico atendiendo a Toni Fuidias, pero el filial blaugrana todavía disponía de los 6 minutos de añadido para intentar la igualada. En la penúltima jugada, en el minuto 95, tras un rechace de Abde, apareció Jordi Escobar, que había entrado a la desesperada y consiguió el gol del “9”. El gol del técnico del Castilla, Raúl González, y la épica de nuevo se cernía sobre el equipo de Barjuan. Empate “in extremis” que deja mejor sabor de boca que practicidad, ya que el Barça B suma una jornada más sin la victoria.