Punter, Parker y Anderson apagan el fuego en el Palau (102-99)
La debacle en el Palau ante el Paris Basketball obligaba al Barça a reaccionar en Liga para recuperar sensaciones y estabilizar una situación atípica en pleno mes de noviembre. Había que echar la vista varias temporadas atrás para no ver al Barça entre los cuatro primeros clasificados, tanto en Liga Endesa (séptimo clasificado) como en Euroliga (quinto clasificado).
La misión de reencontrarse consigo mismo no sería para nada asequible, ya que delante tenían a un Valencia Basket que llevaba nada más ni nada menos que 11 partidos seguidos sin perder entre todas las competiciones, concretamente desde el 28 de septiembre en el Nou Congost ante BAXI Manresa (77 – 73). Si bien es cierto que no pudieron disputar tres de los últimos cinco partidos en casa debido a la delicada situación que atraviesa la Comunidad Valenciana a causa de la DANA, el Barça tuvo un bonito gesto con el conjunto ‘taronja’ antes del partido: ambos equipos se unieron en el centro de la pista, sosteniendo una pancarta en apoyo a las víctimas y a los afectados por el temporal, bajo el lema #EstemAmbVosaltres.
Joan Peñarroya salió de inicio con un quinteto formado por Núñez, Punter, Anderson, Parker y Hernangómez, con el objetivo de combatir el físico del conjunto entrenado por Juan Roig Alfonso y controlar el juego interior. Al principio del primer periodo, Valencia fue capaz de sacar a Willy de la zona para dejar a sus interiores en situaciones de mismatch favorables. Sin embargo, la contundencia y efectividad de Willy y Vesely en ataque fueron superiores; siete puntos para cada uno que, sumados a los seis puntos de Kevin Punter, lideraron a un Barça que supo encontrar muy bien los espacios, yéndose hasta casi los 30 puntos al final de los primeros diez minutos de partido. (29 – 19)
Los azulgranas comenzaron el segundo cuarto como un tiro con la entrada de Metu, pasando del +10 al +16 en cuestión de segundos. Lamentablemente, el impacto del gigante nigeriano fue efímero; un minuto y cuarenta segundos fue el tiempo que duró Chimezie Metu en pista. Una mala caída sobre su rodilla izquierda hizo saltar las alarmas de un Palau que vio como el propio Metu pedía el cambio para irse directamente al vestuario, totalmente descartado para el resto del partido.
La lesión de Metu se sintió cómo un jarrón de agua fría, y el conjunto valenciano no desaprovechó la oportunidad de recortar distancias con un parcial de 0-11. Peñarroya tuvo que pedir tiempo muerto para cortar la hemorragia de un Barça aturdido que, después de la parada técnica, fue capaz de reaccionar a tiempo. El acierto anotador de Punter, sumado a la capacidad reboteadora de Vesely y a la visión de Núñez, consolidaron el +12 de los azulgranas al descanso (50 – 38). Gran partido del base madrileño, que cuajó su mejor actuación hasta el momento como azulgrana con 8 puntos, 6 asistencias y 15 de valoración.
La fatiga empezó a hacer mella en un Barça que, tras el descanso, mantuvo el liderato por encima de Valencia gracias al poder de la triple P: Punter, Parker y Parra. Sin embargo, no pudo hacer nada para evitar que su ventaja se redujera a tan solo cuatro puntos al final del tercer tiempo (71 – 67). Las concesiones en la pintura, la falta de contundencia en la lucha por el rebote y las seis pérdidas penalizaron a los azulgranas, que podrían haber perdido el mando del partido, de no haber sido por el desacierto ‘taronja’ desde el perímetro (3/11 en triples).
El partido llegaba totalmente abierto al último acto y los de Peñarroya necesitaban rematar la faena. Los azulgranas tomaron la delantera, marcando territorio desde el inicio del cuarto con un ‘zarpazo’ de Abrines y otro triple de Punter (24 puntos, 4 triples y MVP del partido con 21 de valoración). Sin embargo, Valencia parecía tener respuesta para todo y seguía la estela del Barça, hasta que ‘El demonio de Tasmania’ despertó: Justin Anderson prendió en llamas al Palau con dos ‘triplazos’ y un tapón con los que demostró el valor añadido de su fichaje. Con su tremenda energía, contagió a su otra mitad del dúo dinámico: Jabari Parker (18 puntos, 6 rebotes, 4 asistencias y 19 de valoración) que, con dos triples más, convirtió el Palau en su particular parque de atracciones una noche más. La resiliencia de Valencia desde el perímetro obligó al Barça a irse por encima de los 100 puntos para poder amarrar el resultado en la última posesión del partido.
La conexión americana entre Anderson, Parker y Punter funcionó a la perfección y, como la manguera de un camión de bomberos, apagaron el fuego desde la distancia a base de ráfagas. El Barça no solo salió vivo, sino que además lo hizo con una vida extra, con la que afrontarán el trepidante tramo final de noviembre: visita al Bayern en Múnich y Clásico en el Palau rematar. Toca comprar las palomitas una vez más.