El 1×1 del Barça ante el Nápoles
ter Stegen – 6: prácticamente no tuvo trabajo durante los primeros 45 minutos. Reaccionó rápidamente ante alguna que otra entrega comprometedora de la defensa provocada por la presión alta del Nápoles. Poco pudo hacer en el gol de Oshimen, venciéndose a un lado tras recibir el disparo a muy pocos metros.
Koundé – 6,5: cuestionado tras sus últimas actuaciones, el zaguero francés irrumpió con fuerza desde el lateral, presionando con dureza la salida de balón y sumándose al ataque con cambios de juego certeros y algún que otro centro. El galo se convirtió en la sombra de Kvaratskhelia y solventó con seguridad los ataques aéreos del conjunto italiano.
R. Araújo – 6,5: el charrúa cuajó una sólida primera parte, saltando encima de Oshimen cada vez que el delantero nigeriano recibía de espaldas y ayudando a Koundé en la cobertura de Kvaratskhelia y el control del juego aéreo. En la segunda parte dio el susto tras dolerse de un golpe en el pómulo, zona del rostro dónde ya sufrió una lesión hace un par de meses.
I. Martínez – 4: un fallo en la marca sobre Oshimen terminó con el ‘vikingo’ vasco por los suelos y desembocando en el gol del empate del Nápoles. Flojo partido del central vizcaíno, que no consiguió encontrarse del todo cómodo en ningún momento. Trató de resarcirse con dos buenos envíos en las dos últimas acciones de peligro del partido.
Joao Cancelo – 6: buena actuación del lateral portugués, con presencia en los metros finales del ataque azulgrana, intentando aprovechar la inseguridad defensiva del conjunto napolitano llegando hasta la línea de fondo para buscar rematadores. Se quedó sin gasolina en el último tramo del partido.
Christensen (86′) – 5: de nuevo, justa actuación del danés como ‘parche’ en la posición de pivote. Apurado a la hora de combinar en ataque y exigido en defensa, incapaz de cortar contraataques sin hacer falta. Pese a que ganó algunos duelos fruto de la presión, también recuperó algún que otro balón comprometido. Necesita más tiempo para adaptarse y fluir en esta nueva demarcación.
F. De Jong – 6: volvió a convertirse en el director de orquestra en la construcción del juego sacando el balón jugado entre los centrales. Vio una amarilla tempranera e injusta que condicionó su desempeño defensivo, pero no impidió su despliegue y entrega para ayudar al equipo. Buscó iniciar acciones de contraataque con desplazamientos en largo y pases al espacio.
Gündogan – 6: el alemán fue el centrocampista con mayor presencia en el ataque azulgrana. Tras habilitar a Lamine en la primera acción de peligro del partido, lo probó desde lejos en el 22′ con un cañonazo que obligó a Meret a lucirse. Sufrió una peligrosa pérdida en una zona comprometida que a punto estuvo de costarle un disgusto al equipo antes del descanso. Mandó los dos primeros avisos azulgranas de la segunda mitad, ambos tras asociarse de nuevo con Lamine. Le costó aguantar el ritmo y seguir apareciendo con asiduidad.
Pedri (86′) – 6: sin duda, no fue la mejor actuación del mago canario. Apareció de manera intermitente en la primera mitad, destacando un buen pase filtrado a Lewandowski. Sin embargo, en el segundo tiempo volvió a encontrar al polaco, esta vez con éxito, con una preciosa asistencia (con caño incluido) que terminó convirtiéndose en el 0-1.
Lewandowski – 7,5: tras avisar hasta en dos ocasiones en la primera parte, el delantero polaco prolongó su racha goleadora con un disparo raso y ajustado al palo derecho de Meret tras un gran pase de Pedri. Cinco goles en los últimos cuatro partidos; Robert Lewandowski regresa a su versión más efectiva y determinante.
Lamine Yamal (79′) – 7: la perla azulgrana se convirtió en el jugador más jóven de la competición en disputar un partido de la fase eliminatoria y quiso seguir agrandando su historia. Tuvo la primera ocasión clara del partido con un chute colocado que se fue desviado y, cinco minutos después, lo intentó con un potente disparo lejano que rechazó Meret con los puños. Cómo lleva siendo habitual en los últimos partidos, asumió el rol de protagonista del peso del ataque azulgrana, buscando el área constantemente con centros peligrosos. Tras habilitar a Gündogan en dos acciones consecutivas al inicio de la segunda parte, su protagonismo fue decreciendo y terminó siendo sustituido.
Raphinha (79′) – NC
Oriol Romeu (86′) – NC
Joao Félix (86′) – NC
Xavi – 5: apostó por la experiencia por delante de la juventud (salvo la excepción justificada de Lamine Yamal) en el regreso del Barça a una eliminatoria de Champions tres años después. Aún con algunas bajas importantes, confió en una defensa más experimentada y volvió a probar con Christensen como pivote. En cuanto al juego, tanto en la primera parte como en la segunda se vivieron dos realidades completamente distintas: tras unos primeros 20 – 25 minutos de solidez defensiva e iniciativa ofensiva, el equipo se desinfló y cedió la iniciativa al conjunto italiano. Al final del primer tiempo no hubo que lamentar desperfectos pero, finalmente, dicha pasividad fue castigada en el último acto del partido con el gol de Oshimen. Los nombres implicados en los cambios fueron los acertados, pero llegaron tarde y fueron más anecdóticos que trascendentales. Su misión es conseguir mantener al equipo conectado entre sí durante los 90 minutos de la vuelta en Montjuic para conseguir el pase a cuartos.